¿QUÉ ES TRAUMA?

Mucha gente habla de trauma o de estar traumatizado sin saber muy bien lo que es. El trauma está provocado por situaciones altamente estresantes que ponen en peligro la integridad física y/o mental de la persona y que producen terror y/o impotencia. Por ejemplificar, el estrés laboral no es una situación traumática, pero el moobing (acoso laboral) sí.

“El trauma psicológico es la experiencia individual y única de un incidente, una serie de incidentes o un conjunto de condiciones duraderas en las cuales: Se sobrepasa la capacidad del individuo de integrar su experiencia emocional, es decir, su capacidad de mantenerse presente, comprender lo que está sucediendo, integrar sus sentimientos y darle un sentido a su experiencia.

La situación se percibe como una amenaza a la seguridad o supervivencia de uno mismo, la cual estimula respuestas subcorticales defensivas ademas de hiper o hipo activación.

La percepción de la amenaza ocurre no sólamente mediante la evaluación cognitiva, sino también mediante sensaciones e impulsos físicos y fisiológicos. Estas sensaciones e impulsos preceden a la percepción cognitiva y emocional. Ogden, 2002

Cuando hablamos de trauma, tenemos que mencionar los eventos o situaciones potencialmente traumatogénicas, es decir, situaciones que pueden llegar a producir un Trastorno Agudo, un Trastorno por Estrés Postraumático, un Trauma complejo o un Trauma del desarrollo.
Dependiendo de si el evento traumático sucede una sola vez o se repite en el tiempo, vamos a tener diferentes diagnósticos y diferentes síntomas:

Cuando la situación traumatogénica es inesperada o sorpresiva y sucede una sola vez, estamos hablando de trauma tipo 1 o trauma simple (un único evento traumático: un accidente de coche, una agresión física o sexual…).

Cuando la situación traumática es esperada porque se repite en el tiempo, hablamos de trauma tipo 2 o trauma complejo (abuso sexual en la infancia, violencia de género, violencia familiar, etc.).

Además, las víctimas pueden ser primarias o secundarias. Las víctimas primarias son las que lo sufren directamente y las víctimas secundarias puede ser cualquiera que escuche el relato de lo que pasó, lo vea en televisión, lo lea en alguna parte o los profesionales que atienden a las víctimas. Esto es lo que se denomina también como trauma vicario.

El trauma simple puede producir un Trastorno por Estrés Postraumático que dependiendo de la duración de los síntomas, puede acabar siendo crónico.

CRITERIOS PARA EL DIAGNÓSTICO DE TRASTORNO POR ESTRÉS AGUDO:

A) La persona ha estado expuesta a un acontecimiento traumático en el que han existido (1) y (2):

(1) La persona ha experimentado, presenciado o le han explicado uno (o más) acontecimientos caracterizados por muertes o amenazas para su integridad física o la de los demás.

(2) La persona ha respondido con un temor, una desesperanza o un horror intensos.

B) Durante o después del acontecimiento traumático, el individuo experimenta al menos tres de los siguientes síntomas disociativos:

1- Sensación subjetiva de embotamiento, desapego o ausencia de reactividad emocional.
2- Reducción del conocimiento de su entorno (por ejemplo, estar aturdido).
3- Desrealización.
4- Despersonalización.
5- Amnesia disociativa (incapacidad de recordar un aspecto importante del trauma).

C) Reexperimentación de la experiencia traumática en al menos una de estas formas: flash back, pesadillas, imágenes, pensamientos recurrentes, etc.

D) Evitación acusada de estímulos relacionados con el trauma ( pensamientos, sentimientos, conversaciones, actividades, lugares, personas…)

E) Síntomas acusados de ansiedad o aumento de la activación (arousal) (dificultades para dormir, irritabilidad, mala concentración, hipervigilancia, respuestas exageradas de sobresalto, inquietud motora…)

F) Estas alteraciones provocan malestar significativo o deterioro social, laboral o de otras áreas importantes de la actividad del individuo, o interfieren de forma notable con su capacidad para llevar a cabo tareas indispensables.

G) Estas alteraciones duran mínimo 2 días y máximo 4 semanas y aparecen en el primer mes que siguen al acontecimiento traumático.

“Cuando ni la resistencia [lucha] ni el escape [huida] son posibles, el sistema humano de autodefensa se abruma y desorganiza. Cada componente de la respuesta normal a un peligro, dado que ha perdido su utilidad, tiende a persistir de una manera alterada y exagerada, mucho después de que el peligro haya pasado.” Judith Herman, 1992

Cuando los síntomas agudos se mantienen en el tiempo, el diagnóstico evoluciona a un Trastorno por Estrés Postraumático.

CRITERIOS PARA EL DIAGNÓSTICO DE TRASTORNO POR ESTRÉS POSTRAUMÁTICO:

A) La persona ha estado expuesta a un acontecimiento traumático en el que han existido (1) y (2):

(1) La persona ha experimentado, presenciado o le han explicado uno (o más) acontecimientos caracterizados por muertes o amenazas para su integridad física o la de los demás.

(2) La persona ha respondido con un temor, una desesperanza o un horror intensos. (En los niños estas respuestas pueden expresarse en comportamientos desestructurados o agitados).

B) El acontecimiento traumático es reexperimentado persistentemente a través de una (o más) de las siguientes formas:

1- Recuerdos del acontecimiento recurrentes e intrusivos que provocan malestar y en los que se incluyen imágenes, pensamientos o percepciones.
2- Sueños de carácter recurrente sobre el acontecimiento, que producen malestar.
3- El individuo actúa o tiene la sensación de que el acontecimiento traumático está ocurriendo (se incluye la sensación de estar reviviendo la experiencia, ilusiones, alucinaciones y episodios disociativos de flashback, incluso los que aparecen al despertarse o al intoxicarse).
4- Malestar psicológico intenso al exponerse a estímulos internos o externos que simbolizan o recuerdan un aspecto del acontecimiento traumático.
5- Respuestas fisiológicas al exponerse a estímulos internos o externos que simbolizan o recuerdan un aspecto del acontecimiento traumático.

C) Evitación persistente de estímulos relacionados con el trauma y embotamiento de la reactividad general del individuo (ausente antes del trauma), tal y como indican tres (o más) de los siguientes síntomas:

1. Esfuerzos para evitar pensamientos, sentimientos o conversaciones sobre el suceso traumático.
2. Esfuerzos para evitar actividades, lugares o personas que motivan recuerdos del trauma.
3. Incapacidad para recordar un aspecto importante del trauma.
4. Reducción acusada del interés o la participación en actividades significativas.
5. Sensación de desapego o enajenación frente a los demás.
6. Restricción de la vida afectiva (p.ej., incapacidad para tener sentimientos de amor).
7. Sensación de un futuro desolador (p.ej., no espera obtener un empleo, formar una familia, o llevar una vida normal).

D) Síntomas persistentes de aumento de la activación (arousal) (ausentes antes del trauma), tal y como indican dos (o más) de los siguientes síntomas:

1. Dificultades para conciliar o mantener el sueño.
2. Irritabilidad o ataques de ira.
3. Dificultades para concentrarse.
4. Hipervigilancia.
5. Respuestas exageradas de sobresalto.

E) Estas alteraciones (síntomas de los criterios B, C y D) se prolongan más de 1 mes.

F) Estas alteraciones provocan malestar clínico significativo o deterioro social, laboral o de otras áreas importantes de la actividad del individuo.

G) Estas alteraciones duran mínimo 2 días y máximo 4 semanas y aparecen en el primer mes que siguen al acontecimiento traumático.

El Trastorno por Estrés Postraumático será agudo si los síntomas duran menos de 3 meses y crónico si duran más de 3 meses. Además, se especifica si el inicio de los síntomas ha empezado 6 meses después del acontecimiento traumático, siendo en este caso de inicio demorado.

Olga Rey Valenciano